El dolor de espalda es uno de los problemas médicos más frecuentes, aunque en la mayoría de los casos desaparece de forma espontánea y no representa un problema mayor. Sin embargo, recuerda nunca ignorar una cuestión de salud, por más leve que parezca. Es importante que al sentir dolor de espalda intentes identificar cómo o qué tipo de dolor se está presentando y platiques con tu médico de cabecera o especialista para que pueda proporcionarte un diagnóstico y tratamiento adecuado. Algunos de los dolores de espalda más comunes son:
- Cervical (o dolor de espalda alta): Este tipo de dolor de espalda va desde la línea nucal superior hasta la primera vértebra dorsal, está limitado por los extremos laterales del cuello y puede extenderse hacia los hombros, brazos y cabeza. Algunas causas comunes del dolor cervical son el mantenimiento de posiciones forzadas durante un largo periodo de tiempo y las situaciones de estrés.
- Dorsal: Es un dolor que afecta la zona media de la espalda y que normalmente es causado por realizar sobre esfuerzos físicos o posturas inadecuadas (que también están relacionadas con los dolores del oficinista. El dolor dorsal se caracteriza por la sensación de rigidez de la columna al doblarse hacia adelante y el hecho de que la molestia disminuye al mantener presión en la zona adolorida.
- Lumbar (o dolor de espalda baja): Es uno de los dolores de espalda más frecuentes y conocidos. Generalmente se produce debido al padecimiento de enfermedades degenerativas (como artritis u osteoporosis), infecciones virales, irritación de las articulaciones o anormalidades congénitas de la columna. No obstante, también existen otros factores que pueden aumentar la posibilidad de sufrir dolor lumbar, como la obesidad, las malas posturas cotidianas o al dormir, el estrés, entre otras.1
Además, el dolor de espalda también puede clasificarse de acuerdo con su duración:
- Agudo: Menos de seis semanas.
- Subagudo: Entre seis semanas y tres meses.
- Crónico: Más de tres meses.
- Recurrente: Se presentan episodios agudos con periodos libres de dolor que duran aproximadamente tres meses2.
En cuanto al tratamiento del dolor de espalda éste puede variar según el tipo y gravedad del dolor. Algunos medicamentos comúnmente recetados por los médicos para aliviar el dolor de espalda son: los relajantes musculares, opioides analgésicos tópicos, analgésicos de venta libre y antiinflamatorios.
Flanax® tiene dentro de su gama de productos:
- Desinflamatorio con acción analgésica: Flanax® 550.
- Antiinflamatorio para aliviar el dolor corporal: Flanax® 275.
- Analgésico con efecto sedante para no interrumpir el sueño debido al dolor: Flanax® Nocto.
- Antiinflamatorio tópico (gel): Flanax® Gel.
Los productos Flanax® pueden ayudarte a aliviar la inflamación y el dolor de espalda debido a que su principio activo es el naproxeno sódico, el cual actúa bloqueando directamente las prostaglandinas, que son sustancias que, entre otras funciones, desempeñan un papel importante para la aparición del dolor. ¡Conoce nuestros productos y no dejes que el dolor interrumpa tus actividades diarias!
Adicionalmente y como parte del tratamiento para el dolor de espalda, también se puede recomendar la aplicación local de calor o frío, los masajes, el uso de fajas y collarines y la fisioterapia. Esta última ayudará a aumentar la flexibilidad, fortalecer la espalda y los músculos abdominales y mejorar la postura. La fisioterapia, más allá de ayudarte a aliviar el dolor a corto plazo, puede ser de gran utilidad para evitar complicaciones futuras o que el dolor de espalda regrese. En algunos casos, el dolor de espalda también puede requerir ciertos procedimientos más avanzados para su alivio, como la cirugía o las infiltraciones.3