Cuando hablamos de artritis, hacemos referencia a la inflamación o degeneración de una o más articulaciones1, que es la zona en donde dos huesos se conectan. La artritis se puede presentar como consecuencia de una enfermedad autoinmunitaria, fracturas óseas, desgaste y deterioro de las articulaciones, infección por una bacteria o virus, etc. Se clasifica en diferentes tipos y, aunque es posible tratarla, en caso de avanzar podría convertirse en una enfermedad crónica.
La artritis se presenta cuando hay inflación de alguna articulación y puede tener diversas causas o factores que incrementan el riesgo de padecerla, entre ellos:
- Obesidad: El sobrepeso hace fuerza sobre las articulaciones, en especial rodillas, caderas y columna. Es por esto que las personas con obesidad o sobrepeso suelen tener mayor riesgo de padecer esta enfermedad.
- Lesiones articulares previas: Las personas que a lo largo de su vida se han lesionado de cualquier manera alguna articulación, pueden ser más propensas a sufrir artritis con el paso del tiempo.
- Antecedentes familiares: El hecho de que algún familiar cercano padezca artritis aumenta las posibilidades de sufrirla, por ejemplo cuando son de origen autoinmune como la artritis reumatoide.
- Edad: Es más común encontrar casos de artritis en personas de edad avanzada debido al deterioro de las articulaciones.
- Sexo: En este caso, cabe resaltar que son las mujeres quienes padecen con mayor frecuencia la artritis.
El tratamiento para la artritis se encarga de controlar el dolor, hacer desaparecer los síntomas y mejorar el funcionamiento de las articulaciones buscando que estas se desinflamen. Los medicamentos varían según el tipo de artritis, pero generalmente los que más se usan son:
- Analgésicos: Encargados de reducir el dolor, pero no hacen efecto sobre la inflamación.
- Contrairritantes: Cremas o ungüentos mentolados que se deben frotar en la zona afectada para aliviar el dolor.
- Antirreumáticos modificadores de la enfermedad: Se utilizan en artritis de origen autoinmune.
- Corticosteroides: Este tipo de medicamento es fuerte e incluye cortisona y prednisona, encargados de reducir la inflamación y suprimir el sistema inmunitario.
- Antiinflamatorios no esteroides: Su función es aliviar el dolor y reducir la inflamación. Estos incluyen ibuprofeno y naproxeno. Estos vienen en diferentes presentaciones como tabletas, cápsulas o geles. Algunos suelen ser de venta libre, como lo es Flanax®, mientras que otros se deben administrar solo bajo receta médica.

En el caso de Flanax®, es un medicamento antiinflamatorio no esteroideo que se encarga de aliviar y desinflamar el dolor moderado a intenso. Cuenta con efecto de larga duración con una sola tableta al día en el caso de Flanax 550. Además, cuenta con un principio activo de naproxeno sódico que actúa como analgésico y reductor de fiebre. Este medicamento es ideal y recomendado para personas que sufren de dolores musculares o artritis, pero en caso de que permanezcan los síntomas o no se reduzcan con el tiempo, es recomendable acudir al médico para reforzar el tratamiento.
Artritis Reumatoide: lo que debes conocer
¿Qué es la artritis reumatoide y como puedo darle un buen tratamiento?
La enfermedad conocida como Artritis reumatoide es uno de los padecimientos que puede llegar a incapacitar el movimiento de las personas o de los pacientes. Una de las características principales de esta enfermedad es que tiene su pico de dolor y de molestia principalmente en las primeras horas del día, es decir, por las mañanas, limitando de forma drástica el movimiento de las personas que padecen este tipo de enfermedad.
Es muy común que los médicos suelan recomendar el uso de naproxeno sódico para el tratamiento de esta enfermedad, el cual es el componente principal de nuestra gama de productos Flanax®, pero ¿Por qué este tratamiento es el que se recomienda por los médicos? La razón principal es porque este componente brinda alivio del dolor y la inflamación con un efecto de larga duración.
¿Por qué debo de tomar un medicamento para tratar la artritis reumatoide?
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica autoinmune y lamentablemente no existe una cura para ella. Va a cursar por periodos en donde este controlada pero también puede haber crisis en donde se presente mucho dolor e inflamación de articulaciones. El uso de algún antiinflamatorio no esteroide como Flanax es ideal para controlar el dolor y la inflamación en estos periodos de crisis.
¿Qué debo tomar para aliviar el dolor y la inflamación ocasionada por estas crisis?
Para ayudarte al alivio de este tipo de crisis, así como al dolor y a la inflamación, existe el componente conocido como naproxeno sódico, el cual ya ha sido adecuadamente estudiado y es considerado como una gran opción ya que, si llegas a tomar nuestro producto Flanax 550® por la mañana, te brinda un alivio de larga duración con una sola tableta al día.